«En el poblado de Abeline, donde nació Santa Mariam de Belén, la familia Hahouad desesperaba. Su hija de 3 años, Eleanor, discapacitada desde su nacimiento, estaba condenada a no poder caminar. El mes pasado, un amigo israelita católico fue a visitar a esta acongojada familia. Al ver a la pequeña, tuvo la idea de darle unos pétalos de rosa que había traído de Medjugorje, bendecidos por la Sma. Virgen en el momento de la aparición. Efectivamente la Virgen bendice todos los objetos religiosos que le son presentados: rosarios, imágenes, crucifijos, medallas y también pétalos de rosa. Los peregrinos se los llevan de regreso a sus respectivos hogares y los dan a quienes no pueden venir, sobre todo a los enfermos, como signo de que la Virgen acude a ellos dándoles su bendición maternal. A través de estos sencillos signos recibidos en la fe y en la oración, María obra maravillas en la persona doliente y le concede las gracias que ella juzga necesarias.

Embargado de compasión ante la pequeña Eleanor, nuestro amigo espera lo imposible. Le explica a la familia la procedencia de esos pétalos y luego de haber orado, se los deja. Por la noche, la abuela le pregunta a la madre: “¿Has colocado los pétalos sobre las piernitas de tu hija?”, “No”, le responde la madre. “¿Pero qué esperas?” Entonces la madre deposita los pétalos sobre las piernas inertes de su niñita y después de haber orado muchos Avemarías se acuesta y llora la noche entera, el corazón en zozobra. A la mañana siguiente, el padre, un hombre sencillo, le dice a su mujer: “¿Por qué no vas a ver si la Virgen ha hecho algo por Eleanor?” La madre se dirige al dormitorio de la niña e intenta alzarla, pero -oh sorpresa- ¡la pequeña se levanta por sí misma; allí está de pie y comienza a caminar a la vista de todos! Sale al patio y lo recorre varias veces, asombrada de poder finalmente caminar. A partir de aquel momento, Eleanor camina cada vez mejor y toda su familia bendice a Dios por este milagro. Los documentos médicos confirman esta curación inexplicable para la ciencia. La Gospa de Medjugorje ha visitado a esta familia atribulada, ¡cómo no rebosar de alegría!»

© Children of Medjugorje del mes de agosto de 2018

Sor Emmanuel

4 comentarios

  1. Mais uma situação surpreendente. Claro, eu compreendo que cientifica, burocrática e oficialmente são necessários documentos, que testemunhem mais uma espantosa cura. Mas, mesmo assim com estas provas redundantes, ainda há gente que coloca sua «intelectualidade» acima de tudo. Filhos de um deus menor, assim os designo. A Virgem Santa actua em pessoas de «coração aberto», independentemente de suas crenças ou não. Seria bom, que todo o mundo tomasse conhecimento e que gente ligada à religião nem sequer tivesse a ousadia de fugir à VERDADE.

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