“Muchas veces la Virgen nos decía que lo importante era que aprendiéramos a recitar el Padrenuestro y el Avemaría con el corazón. Pero es verdad que para llegar a hacerlo con el corazón, hay que hacerlo miles de veces, tal vez distraídos, pero con insistencia y buena voluntad.
La Virgen lo dice: “Oren hasta que la oración se convierta en alegría”. Es decir, que al principio debemos esforzarnos porque no estamos acostumbrados a ello, pero cuando empezamos a tener ese encuentro, esa experiencia con Dios, todo es más fácil. Por eso la Virgen dice que la oración es la llave secreta del encuentro con Dios”.