«Hoy en día, con la inseguridad reinante, muchas personas están a la búsqueda de palabras inspiradoras. Sin embargo, Jesús ya nos previno: “Aparecerá una multitud de falsos profetas que engañarán a mucha gente” (Mt 24,11). Por lo tanto, es conveniente escuchar a aquellos que han demostrado su calidad de profetas a través de su caridad y la santidad de sus vidas. Algunos de ellos han sido beatificados o canonizados. Optemos por la seguridad para evitar caer en las sutiles trampas de los falsos profetas, esos lobos feroces disfrazados de corderos. Ante nuestras búsquedas a veces angustiantes, la Virgen nos invita a no perder de vista la finalidad de nuestra vida en la Tierra, es decir ¡nuestra salvación en su Hijo Jesús, o sea el Cielo! Cuando emprendemos un viaje y sabemos bien adónde vamos, nos será más fácil superar los posibles obstáculos y dificultades del camino.

Comparto algunos dichos que corroboran el Evangelio por medio de la Virgen María y de ciertos santos:

En Fátima, la Virgen María afirmó a los pastorcitos: Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará”. ¿Al final de qué? Ella no lo ha dicho, pero ciertamente uno no triunfa en situaciones de paz; es evidente que este Triunfo estará precedido por un tiempo difícil, ¡como el que estamos viviendo! Este tiempo difícil que no durará, a Dios gracias, es como un intervalo antes de aquel “tiempo nuevo” del que Ella nos habla en sus mensajes.

La venerable Marthe Robin (1902-1981) afirmaba que “Dios prepara un Nuevo Pentecostés de Amor para el mundo. Pero antes de esto, el mundo, especialmente Francia, caerá muy bajo…”

En Medjugorje, la vidente Vicka afirma enérgicamente: “El plan de la Gospa se cumplirá”. “Todo lo que no viene de Dios desaparecerá”. Y agrega también que “el Triunfo del Corazón Inmaculado de María está muy cercano”. Vicka es la vidente a quien la Virgen le ha revelado su vida en la Tierra, escrita en dos cuadernos que serán publicados cuando la Virgen se lo indique.

La beata Ana María Taigi (1769-1837) dotada de un extraordinario don de profecía afirmaba: “Una gran purificación vendrá sobre el mundo luego de una iluminación de las conciencias, cuando cada uno verá su alma tal como Dios la ve”. “El cristianismo se difundirá por todo el mundo”. “Naciones enteras volverán a la Iglesia y la faz de la tierra será renovada”.

La beata Ana Catalina Emmerich (1774-1824), el 30 de diciembre de 1819, tuvo la visión de un combate espiritual que culminó con la victoria de la Iglesia. Dios le mostró que Ella sería socorrida de manera especial por el Arcángel San Miguel que la libraría de terribles tribulaciones.

Don Dolindo Ruotolo, el “Padre Pio de Nápoles”, ha demostrado su carisma profético en repetidas oportunidades. No sólo veía a las almas sino también ciertos acontecimientos futuros, sobre todo referidos a la Iglesia. También ha visto la restauración de la Iglesia luego de una gran purificación. He aquí algunas palabras que recibió de la Virgen María:

“Únicamente una gran misericordia puede permitir que el mundo supere el desastre en el cual ha caído. El mundo se ha convertido en un campo de muerte, ninguna voz lo despertará, a menos que una gran misericordia lo reanime. ¿Qué creen que es la misericordia? No es sólo la indulgencia, sino también el remedio, la medicina, la operación quirúrgica. La primera misericordia que debe recibir esta pobre Tierra, y en primer lugar la Iglesia, debe ser la purificación… La Iglesia parecerá casi abandonada… ¡Inclusive será necesario cerrar templos! El Señor romperá con su poder todos los lazos que en la actualidad la sujetan a la Tierra y la paralizan… Entonces se verá cómo era preferible apoyarse en Jesús que es la verdadera Vida de la Iglesia. Todo esto es misericordia y no maldad. Jesús quería reinar derramando su amor; por lo tanto, dejará de lado todo lo que no es Suyo”

Don Dolindo está restaurando la paz interior de miles de personas gracias a sus escritos sobre el abandono a Dios y su muy conocida oración: “Jesús me abandono a ti, ocúpate Tú”

Hoy en día estas almas privilegiadas nos ayudan a elevar nuestra mirada hacia Quien es el único que puede salvarnos por amor y no a la fuerza. Recordemos también que, con Dios, la fatalidad no existe. Toda profecía permanece imperfecta, porque Dios puede modificar sus planes mediante la oración de sus hijos, como lo vemos en la Biblia.»

© Children of Medjugorje del mes de junio de 2023

Sor Emmanuel

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