«Dichosos aquellos que tuvieron la oportunidad de escuchar a la vidente Vicka relatando su “viaje” junto con Jakov al Cielo, al Purgatorio y al Infierno de la mano de la Virgen María (Ver PS 1). Pero felices también quienes creen simplemente lo que el Evangelio enseña sobre las postrimerías del hombre. (Ver PS 2). En este mes de noviembre en el que oramos por los difuntos deseo resaltar un punto sobre el Purgatorio. Hoy en día, aun entre ciertos consagrados, la existencia del Purgatorio es cuestionada, como si aquella realidad repentinamente hubiera dejado de existir, porque incomoda a ciertas almas. Sin embargo, un gran número de místicos han visitado el Purgatorio: Santa Faustina, Santa Mariam de Belén, el Cura de Ars, además del Padre Pío y de muchos otros más. Sus relatos son apasionantes. ¡Sí!, el Purgatorio existe y es altamente recomendable pensar desde ahora en él antes de emprender la última etapa de nuestra vida aquí en la Tierra.

¿Cómo podemos evitar aquella dolorosa purificación antes de poder lanzarnos al abrazo de Dios, a la unión perfecta de amor con Él que hará nuestra felicidad por toda la eternidad? Algunos puntos para tener en cuenta:

  • Hacer muchas obras de misericordia para con las almas del Purgatorio. Pedir la celebración de misas en su sufragio, ofrecer rosarios, via crucis, ayunos, alguna mortificación en su favor. María nos dice que cuando oramos por las almas del Purgatorio nos convertimos en intercesores de quienes a su vez intercederán por nosotros. Estas almas nos ayudarán a no atarnos a las cosas terrenales sino a Dios.
  • Ser muy humildes. Esta es una poderosa arma contra Satanás.
  • Confiar plenamente en la bondad de Dios y en su infinita misericordia.
  • Ser muy generoso para con los pobres y darle a Dios el diezmo de nuestros ingresos. “La caridad cubre una multitud de pecados”
  • Ocuparnos de nuestros padres y familiares mayores.
  • Renunciar al pecado y recurrir frecuentemente al sacramento de la Reconciliación (confesión),
  • Ser misericordiosos y perdonar de corazón las ofensas recibidas (“Bienaventurados los misericordiosos porque obtendrán misericordia”, nos dice Jesús (Mt 5, 7)
  • No juzgar a nadie, preferir ser indulgentes. “No juzguen y no serán juzgados”, nos dice Jesús (Mt 7,1)
  • Sobre todo, evitar la murmuración y la calumnia, como también todo pecado contra la caridad. Las calumnias no confesadas desembocan inevitablemente en una dolorosa y prolongada purificación.»

© Children of Medjugorje del mes de noviembre de 2019

Sor Emmanuel

3 comentarios

  1. Padre. Mi hijo Felipe Miguel 8 años, está enfermo, infecciones, alergias, también un reflujo y problemas gástricos. Le agradezco sus oraciones. Ya tenemos varios años en lo mismo. Parece que no es grave. Pero ya todo el tratamiento le está afectando el estómago. Pero le pido al Señor fe, esperanza y sanidad. Dios lo bendiga y provea por sus oraciones. Rezo por Ud. También. Les agradezco si me anotan en oraciones y eucaristías. Y si se puede su bendición sacerdotal. Felipe Sanabria 8 años. Costa Rica. No puedo ir allá.

    A veces creo que es físico y a veces emocional.

    Lizeth la mamá. De Costa Rica

    Obtener Outlook para Android ________________________________

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