Emilia, padece de Esclerosis Múltiple, pero en Medjugorje encontró la primera medicina a la enfermedad: la Sonrisa.
«Tenía miedo de que llegara ese día en que no podría caminar, pero cuando llegó el día, sentí una profunda paz y ese fue el milagro más grande».
A continuación compartimos con ustedes el testimonio de Emilia.
Fuente: www.centromedjugorje.org