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16 de octubre de 2025

Mis queridos amigos, ¡alabados sean Jesús y María! 

1 – El 25 de septiembre de 2025 la vidente Marija recibió el siguiente mensaje mensual: 

«¡Queridos hijos! Que este tiempo sea un tiempo de oración por la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.» (Con aprobación eclesiástica)

2 – Durante la homilía de una misa en inglés, el celebrante relató un hecho que transformó su vida sacerdotal…

“En 2014, era capellán de hospital y me sentía feliz de poder llevar los sacramentos a los enfermos. Yo los escuchaba, los consolaba, los confesaba y les daba la Comunión: yo, yo, yo; yo, yo, yo… Esto no estaba para nada bien.

Un día, me llamaron para que fuera a visitar a Tony, un paciente que acababa de recibir un diagnóstico delicado. No parecía ser mortal, pero pronto ya no podría caminar. Había aceptado ver a un sacerdote porque decía ser católico. Luego de entablar un diálogo con él, le pregunté: ‘¿Cuándo fue la última vez que fue a Misa?’

‘En 1966’, me respondió. Sorprendido, le pregunté: ‘¿Qué sucedió aquel día para que fuera su última Misa?’

‘¡Era aficionado al fútbol y acabábamos de ganar un partido muy importante!’. Uno de mis amigos sugirió que fuéramos a misa para agradecer a Dios por esa victoria, ¡y fui con él!»

Comprendiendo que este hombre estaba alejado de la fe y de la Iglesia hacía mucho tiempo, comencé a explicarle el sacramento de la penitencia antes de confesarlo.

Pero luego de dos minutos, vi que miraba su reloj con impaciencia. Sin embargo, terminé mis explicaciones y le sugerí que se confesara. Confesó dos o tres pecados y le di la absolución. Pero pensé: ¡Esta no es la confesión de un hombre que no ha recibido un sacramento en 40 años!

Continué mis explicaciones antes de ofrecerle la Unción de los Enfermos. Entonces vi que se ponía de costado. Giré para ver si alguien entraba en la habitación… ¡Pero no! ¡Imaginen mi sorpresa cuando me di cuenta de que miraba la televisión y que estaba más interesado en el programa que en lo que le estaba diciendo!

Le pregunté si prefería que me fuera.

…No, no, siga con lo suyo, dijo, moviendo la mano mientras continuaba mirando la tele. Molesto,  terminé dándole el Sacramento de los Enfermos de todos modos.

Al salir de la habitación, escuché claramente la voz de Jesús en mi corazón: «¡Ve a darle la Comunión!».

No era un pensamiento mío, esto era muy claro. Entonces dije para mis adentros: ¡No, no se la merece! No le interesa nada relacionado con la fe, ¡no voy a darle la Comunión! Pero la voz de Jesús se volvió más insistente: «No eres sacerdote para ti mismo, sino para mí. ¡Ve y dale la Comunión!«.

Aunque todavía irritado por el comportamiento de Tony, las palabras de Jesús vencieron toda mi resistencia. Muy a mi pesar, le pregunté a la enfermera si podía llevarle la Comunión a Tony y no puso objeción alguna.

Entré nuevamente en su habitación, donde seguía mirando su programa con gran interés, sin prestarme atención. Entonces tomé una hostia, la levanté, y dije: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo…».

Como no me miraba, me vi obligado a darle un sacudón en el hombro. Apartó la vista de la pantalla y miró la hostia. De repente, la situación cambió por completo… una profunda emoción lo embargó y empezó a pedir perdón: «Perdóname, Jesús, por haber hecho esto… Perdóname, Señor, por aquello…». Esto duró varios minutos. ¡No podía creerlo!

No le había interesado nada de lo que le había estado explicando y ahora, al mirar la hostia, comprendía que era verdaderamente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Cristo, ¡vivo y presente entre nosotros! No solo estaba completamente arrepentido de sus pecados, sino que reconocía a Jesús como su Señor y Salvador.

Tras semejante confesión, la confesión de su vida, comulgó. En silencio, asombrado y más humilde por lo que acababa de suceder, salí de la habitación pensando: ¡el Señor es quien actúa a través de mí! ¡Yo no hago nada!

Un poco más tarde, al darme cuenta de que había olvidado mi libro de oraciones en la habitación de Tony, volví sobre mis pasos. Al verme la enfermera me dijo: «¡Padre, usted llegó justo a tiempo! ¡Fue muy rápido!».

Asombrado, la miré sin comprender…

«¿Qué fue muy rápido?».

«Después de que usted salió -me dijo conmocionada- Tony pidió un vaso de agua y murió a los pocos minutos”.

Esta homilía tan sincera conmovió a muchos corazones; no pocos lloraban en la asamblea. El sacerdote no dejaba de repetir: «¡Qué grande es la Misericordia de Dios! Incansablemente, y hasta el último minuto, busca atraer a Sí a sus hijos perdidos, ¡y lo hace incluso a través de un sacerdote arrogante e indigno como yo! Me utilizó para ir al encuentro de Su hijo en la hora de la muerte. ¡Tengan siempre confianza y certeza en el amor de Dios por ustedes, y confíen en Su Providencia!».

3 – ¿Y la tibieza?

En algún momento de su vida consagrada, algunos sacerdotes que se han vuelto tibios experimentan un momento de gracia muy especial que les permite acoger verdaderamente a Jesús en sus corazones y vivir por Él. Sus celebraciones son las mismas en apariencia, pero en su interior arde un fuego que lo cambia todo. Fuego que se comunica a los fieles y los alcanza en lo más profundo de su ser. ¡Este es el gran deseo del Corazón de María! En los mensajes confiados a Mirjana, ella nunca ha dejado de invitarnos fervientemente a orar por nuestros sacerdotes.

«Los invito a orar por sus sacerdotes. Junto a ellos triunfaré2/10/2010

«Amen a sus pastores como mi Hijo los amó cuando los llamó para que los sirvieran a ustedes2/06/2013

«No permitan que el mal los separe de sus pastores2/09/2013

«¡Oren por los pastores!» Que sus bocas se cierren a todo juicio; recuerden que mi Hijo los ha elegido. Sólo Él es quien juzga» 2/1/2013 (Continúa en PS1)

4 – El impacto de la santidad de los sacerdotes sobre el mundo es inmenso.

Pero el enemigo de nuestras almas intenta aniquilarlos de mil maneras. ¡Podemos y debemos ayudarlos enormemente!

Escuchemos este grito de Dios en la Biblia: «No toquen a mis ungidos ni maltraten a mis profetas» (Sal 105,15).

Y nuevamente: «No toquen a mis ungidos ni maltraten a mis profetas» (1 Cr 16, 22).

Se acerca el fin del año jubilar (6 de enero de 2026). Tenemos la oportunidad de recapitular si nos hemos vuelto tibios. ¡Aprovechemos las gracias especiales del Jubileo mientras estamos a tiempo! ¡No dejemos que se nos escapen los regalos que la Iglesia nos ofrece! ¡Pensemos en los sacerdotes; nuestra oración por ellos es vital!

5 – Santa Mariam de Belén, transmitió al Papa Pío XI esta petición que recibió del Señor: «Deseo ardientemente que los sacerdotes celebren cada mes una misa en honor del Espíritu Santo. Quienes la celebren o asistan a ella serán honrados por el mismo Espíritu Santo. Tendrán luz, tendrán paz. Curarán a los enfermos, despertarán a los que duermen» (PS2).  

He hablado de esto con sacerdotes que han tomado en serio esta petición. Ahora dan testimonio de que esta sencilla práctica ha transformado sus vidas sacerdotales. ¡Parroquias enteras se han renovado! ¡Es una bendición darlo a conocer!

6 – ¿Sacar a un sacerdote del Purgatorio?

Como obra de misericordia, ¿hemos considerado celebrar una Misa por la liberación de un sacerdote en el Purgatorio? Con motivo del Año Jubilar, ¡podemos ofrecer a un difunto una indulgencia plenaria y liberarlo del Purgatorio!

Los sacerdotes sufren mucho en este lugar de purificación. Antes de la Misa, en nuestro corazón, podemos pedirle a María que elija al sacerdote que se beneficiará de esta gracia de la liberación del Purgatorio. Una vez liberado, este sacerdote estará deseoso de ayudar poderosamente a sus compañeros sacerdotes en la tierra, aquellos que han emprendido caminos de pecado y muerte espiritual, para que regresen de todo corazón a Cristo y a su Palabra. ¡De esta manera, podemos hacer un inmenso bien a la Iglesia y al mundo!

¿Quién oró por aquel sacerdote inglés que mencioné más arriba? Era arrogante y se convirtió en un icono de la misericordia de Jesús. ¿A cuántas almas puede llegar ahora, permitiendo humildemente que Jesús actúe a través de él?

Querida Gospa, un día, durante nuestro último viaje, Jesús mirará el amor que tenemos en nuestros corazones… ¿Qué encontrará entonces?

 Sor Emmanuel + 

(Comunidad de las Bienaventuranzas) 

PS 1 – Unas palabras de la Virgen María sobre los sacerdotes, pastores de nuestras almas:

“Oren por sus pastores para que, mediante el ayuno y la oración, los guíen con amor. ¡Gracias!” 2 de febrero de 2013

“Rezo y velo de manera especial por aquellos a quienes mi Hijo ha llamado a ser portadores de luz y esperanza para ustedes: por sus pastores.” 2 de marzo de 2013

“Oren por sus pastores, para que siempre los amen, como mi Hijo los amó y como Él demostró al dar su vida por su salvación.” 2 de noviembre de 2013

De manera especial, estoy con sus pastores. Los amo con corazón maternal y los protejo, porque los guían al Paraíso que mi Hijo les prometió. Gracias.”  2 de mayo de 2014

“Oren por sus pastores para que siempre los guíen con un corazón puro por el camino de la verdad y el amor, el camino de mi Hijo…” 2 de junio de 2014  

PS 2 –  Extraído del libro “Mariam, la pequeña árabe”, de Sor Emmanuel, p. 52

PS 3 – ¡Muy buena noticia! Puedes conseguir en España un librito de Sor Emmanuel sobre los Ángeles: Hazte amigo de los Ángeles al módico precio de 1€

Puedes ordenarlo escribiendo a afpersona@gmail.com

Por teléfonos 

+34 629792849

+34609283706

+34676059594

PS 4 – El próximo directo será el 26 de octubre a las 21 (hora francesa).

El comentario del mensaje del 25 de septiembre se encuentra en:

PS 5 – Estos son videos de algunas de las intervenciones de Sor Emmanuel en su reciente viaje a España:

PS 6 – ¿Quieres recibir todos los días en tu celular un mensaje de la Virgen para meditarlo e intentar hacerlo vida? Abre este enlace para unirte al grupo de WhatsApp: MENSAJES DE LA REINA DE LA PAZ, MEDJUGORJE: https://chat.whatsapp.com/Fu4yyO00LV59DRaHDQQoJN