«Les pido sepan perdonar la demora en el envío de este boletín, apenas acabo de finalizar un largo viaje a Asia donde visité Mongolia (al norte de China) e Indonesia. Les comparto tan solo algunos flashes de mi viaje a Mongolia:

Sor Emmanuel en MongoliaLa primera noche nos encontrábamos en un pueblo muy humilde donde fuimos acogidos con tanto amor que se me humedecían los ojos. Aquellas personas no tenían nada ¡y sin embargo nos recibieron con tanto festejo!

Estábamos alojadas en una casita muy sencilla de dos pequeñas habitaciones. Buscábamos las camas, pero no las encontrábamos. En uno de los cuartos había una especie de tarima y por debajo estaba el artefacto de calefacción a carbón para el invierno. ¡Aquella tarima fue nuestro lecho para nosotras tres! Esto resultó bastante normal para mis dos asistentes chinas, pero muy duro para mí, francesa acostumbrada a dormir sobre un colchón… Por la mañana, como no había agua corriente y menos aún baño, nos higienizamos afuera con una palangana y un poco de agua. Los “retretes” dispuestos en el patio carecían de puertas, lo que es habitual en China, especialmente en el campo.

En medio de semejante precariedad, me maravilló la bondad y la profunda alegría de nuestra anfitriona. Con sus magros recursos había confeccionado unas cobijas nuevas para nosotras. Sus imágenes pegadas a la pared eran sus tesoros: ¡un Sagrado Corazón de Jesús y un Inmaculado Corazón de María, sus mejores amigos! Bronceadas y algo abombadas a causa del humo durante el invierno y de la humedad, yo las contemplaba diciendo: “Jesús, si existe un lugar en el mundo en el que ames residir y hacerte consolar, ¡seguramente es aquí!” Allí he podido tener una experiencia sensible de la primera bienaventuranza: “Felices los pobres de espíritu porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos”. En la parroquia, el joven sacerdote había encontrado 12 fieles al llegar a ella, hace dos años. Hoy en día cuenta con 200 feligreses. Cuando nos pidieron de compartir con ellos las maravillas de nuestra vida, ¿cuántos de ellos piensan que vinieron a escucharnos? ¡Los 200!

Les compartiré en otra ocasión alguna otra experiencia de este viaje y mi visita a la querida Indonesia»

© Children of Medjugorje del mes de junio de 2016

Sor Emmanuel

4 comentarios

  1. Madre Sor Emmanuel
    Es un lindo testimonio de ser apóstoles en medio dela pobreza. Le escribo de Chile. He leído un poco su libro » Medjugorje El Triunfo del Corazón». Acá en Chile se ha manifestado la Santísima Virgen en Peñablanca -Región de Valparaiso. Como El Corazón Inmaculado de la Encarnación del Hijo de Dios o más conocida como Dama Blanca de la Paz. Se puede enterar de estas maravillas en la página http://www.virgenmaríachile.cl
    Ojalá algún día pueda venir a Chile. La recibiríamos con mucha alegría.
    Atentamente:
    Fernando Aravena Elliott

  2. En los pobres encontramos un amor incondicional ,allí podemos admirar la belleza del amor de mi
    Señor
    En medio de su pobreza dan de lo poco que tienen.
    Benditos son los pobres de ellos es el reino de los cielos.
    Hermosa y gratificante experiencia .❤️

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